Y de repente me fluye escribir esto, es genial sentir que no tienes nada pensado y de repente las palabras fluyen mientras presionas las teclas, y sí, es como la vida, no sabes lo que te espera, es como reacción en cadena y suceden cosas que ni te esperas, buenas, malas, en fin.
Detesto el frío, lo odio, quiero que se acabe de una vez, no es entretenido cuando uno está solo, soy un soltero infeliz, qué le vamos a hacer, a veces la soledad no garantiza bienestar. Recuerdo que cuando estaba adolescente, tenía mucha ira contenida con el mundo, la sociedad, y gritaba que quería estar solo. Hasta que me llegó el amor de una forma rara e inamadura, pero fué amor al fin y al cabo, pero luego, como dijo Lara, fue fugaz y traicionero, volvió canalla lo que fue glorioso, pero fue un gran amor y fue el primero. Es hermoso sentirse amado, pero es más hermoso amar. Un sentimiento que no ha vuelto hasta ahora, ni creo que se volverá a repetir. Pero cuando se va, te deja un vacío, un hoyo del cuál con el tiempo alguien lo podrá llenar. Los años pasan, tu mente cambia, y luego de trabajar, pagar cuentas, idas y venidas, conocer gente en el trabajo, y de soñar, te das cuenta que ya tienes 25 y no ha pasado NADA. El amor ni tocó tu puerta ni te timbró el celular, aquí es cuando uno dice: "Ah no! Ahora o nunca", mandas todo al diablo y empiezas a degustar los placeres de la carne. Oh sí, la primera vez, díficil, y cada momento es una experiencia diferente, buena, mala, más malas que buenas, en fin. Y sí, se convierte en una especie de bálsamo que mitiga esa sensación de soledad, hasta que te das cuenta que nuevamente te encuentras solo, y que probablemente podrás seguir así por el resto de tu vida, y lo haces igual, mientras en tu corazón tienes la esperanza de que pronto aparecerá esa persona ideal, que te llene (algunos lo saben muy bien), que te complete, una persona interesante, "diferente al resto de la gente que siempre conocí" como cantaban Los Brillantes. Y mientras esto está presente en mi cabeza, también suceden cosas en otros aspectos de tu vida, el trabajo cada vez más exigente pero casi imposible de hacer, conoces gente nueva, te peleas con algunos que de los que ya conoces, o se pelean contigo, con otros te llevas bien, hay química, pero ¡Maldita sea! ¡Qué lejos que estás!, tus padres están en una crisis matrimonial al borde de la locura, y uno piensa en huir de todo esto. Sí. Pero como no tienes nada pues debes seguir, a recibir los palos de la vida, de una forma u otra pero ahí los recibes, es ahí cuando las palabras de los padres o de los abuelos cobran sentido, las vives sin darte cuenta, porque quizás no lo recuerdas en este momento. Algunos nacen con una estrella, otros estrellados, y yo aparte, soy el observador, el espectador de todo esto. Lo veo, y soy consciente de eso, temo el día en que deje de estarlo, en ya no darme cuenta, en ser un adulto completo ya acostumbrado a la rutina, la costumbre de olvidarte de los que estabas pensando o hablando porque te desviaste en otra cosa. Sí.
Y mientras tanto los segundos corren y corren...
No hay comentarios:
Publicar un comentario