Cuando salgo a trabajar voy por el mercado que está cerca a mi casa como todos los días, el día de ayer todo cambió, los rumores de un posible desalojo por órdenes de la municipalidad se concretaron. Ambos extremos estaban enrejados y resguardado por policías con sus cascos y escudos, en medio, un caterpilar dándole los toques finales de su trabajo, de romper las veredas y parte de la pista donde se ubicaban tradicionalmente los vendedores, que comenzó en la madrugada.
Al pasar por esa pista en medio del frío y la calle enlodada, me dió una cierta sensación de que las cosas que veía de niño están cambiando. Estamos viviendo en una época de cambios como solía decir mi profesora de Comunicación de mi instituto.
Cuando regresaba por la noche el ambiente lo veía más tétrico, los guardias aún seguían ahí, toda la pista demolida, seguí pasando por ahí, gente que iba, gente que venía, una cumbia añeja sonaba en uno de los locales de venta y se iba disipando mientras me alejaba, no tenía del todo clara la situación, me hice el tonto y tal vez por una conducta de periodista (aunque más fué por chismería jaja) con el pretexto de de comprar un shampoo en sachet fuí a una de las tiendas y luego de concretar mi compra, haciéndome el tonto, le pregunté a la vendedora por los guardias que seguían ahí a lo que en voz apagada y medio acortada sólo atiné a entender que solamente los habían desalojado.
Mi madre me comentó que la municipalidad piensa hacer de ese local un boulevard, que hay intereses creados, no sé como será eso pero se teme la posibilidad que se incremente la delincuencia que está comenzando a azotar la zona donde vivo, en fin. Los tiempos cambian, "ya nada es lo que fué" escuchaba siempre decir a los adultos mayores y estando en mi juventud, en parte los comprendo ahora.
Saludos.
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